Novena a la Divina Misericordia

Esta Novena fue dictada por Jesús a Santa Faustina Kowalska como preparación para la Fiesta de la Divina Misericordia. Comienza el Viernes Santo y finaliza el sábado anterior al Domingo de la Misericordia. Durante nueve días, se ofrece cada jornada por un grupo diferente de almas, pidiendo por su conversión y salvación.
“Durante este novenario concederé a las almas toda clase de gracias.” – Diario, 796
Cómo rezarla
- ✝️ Señal de la Cruz
- 🕊️ Invocación al Espíritu Santo
- 💧 Acto de contrición
- 🙏 Oración diaria a la Divina Misericordia
- 📜 Meditación del día correspondiente (1 al 9)
- 📿 Rezo de la Coronilla de la Misericordia
- ❤️ Acto de Consagración a Jesús Misericordioso
Invocación al Espíritu Santo
Ven Espíritu Santo, ven por medio de la poderosa intercesión del Inmaculado Corazón de María, tu amadísima Esposa.
Acto de Contrición
Podés rezar el “Pésame Dios mío” o el “Yo confieso…” de la Misa.
Oración diaria para todos los días
Acudo a tu Misericordia, Dios Compasivo, ya que sólo Tú eres bondad... (Acá va toda la oración larga que me pasaste: “Acudo a tu Misericordia…” hasta “como un buen experto”).
Día 1: Por toda la humanidad, especialmente los pecadores
“Hoy tráeme a toda la humanidad, especialmente a todos los pecadores, y sumérgelos en el océano de mi misericordia. Con esto me consolarás de la amarga tristeza en que me sume la pérdida de las almas.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, cuya característica más propia es tener compasión y perdonar, no mires nuestros pecados, sino la confianza que tenemos en tu infinita bondad. Acógenos a todos en el corazón amantísimo de tu misericordia, y no nos dejes salir jamás de Él. Te lo suplicamos por el amor que te une al Padre y al Espíritu Santo.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada hacia toda la humanidad, especialmente hacia los pobres pecadores, y acógelos en el corazón compasivo de Jesús. Por su dolorosa Pasión, muéstranos tu misericordia, para que glorifiquemos por siempre tu omnipotencia. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 2: Por los sacerdotes y religiosos
“Hoy tráeme a las almas de los sacerdotes y religiosos, y sumérgelos en mi insondable misericordia. Ellos me dieron la fuerza para soportar mi amarga Pasión. Por medio de ellos, como por canales, mi misericordia fluye hacia la humanidad.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, de quien procede todo bien, multiplica en nosotros las gracias para que realicemos obras de misericordia, a fin de que aquellos que te sirven con fidelidad y caridad, propaguen tu misericordia sin cesar. Concede la luz divina para guiar a otros hacia la salvación eterna.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada misericordiosa hacia las almas de tus elegidos, los sacerdotes y religiosos, y revísteos con la fortaleza de tu bendición. Por los méritos del Corazón de tu Hijo, fortalécelos para que, en medio de las dificultades, irradien tu misericordia. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 3: Por las almas fieles y devotas
“Hoy tráeme a todas las almas devotas y fieles, y sumérgelas en el mar de mi misericordia. Ellas me consolaron en el camino al Calvario: fueron una gota de consuelo en un mar de amargura.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, que otorgas copiosamente las gracias a todos, recibe en tu Corazón de compasión a las almas fieles. No permitas que se alejen jamás de Él, sino que con tu protección continúen creciendo en santidad y gracia hasta alcanzar la luz eterna.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada misericordiosa hacia las almas fieles, como herencia de tu Hijo. Por su Pasión, concédeles tu bendición y acompáñalas con tu protección para que nunca pierdan el tesoro de la fe ni se aparten del camino del amor. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 4: Por los que no creen en Dios y los que aún no lo conocen
“Hoy tráeme a los paganos y a los que aún no me conocen. En mi amarga Pasión pensaba también en ellos, y su futuro celo consoló mi corazón. Sumérgelos en el océano de mi misericordia.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, luz del mundo, recibe en tu Corazón compasivo a las almas que no te conocen aún. Que los rayos de tu gracia iluminen sus tinieblas, y haz que te reconozcan como fuente de amor y salvación. Haz que también ellos glorifiquen tu misericordia eternamente.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada misericordiosa hacia las almas que no conocen a tu Hijo, y haz que por los méritos de su Pasión gloriosa, reciban la luz del Evangelio y caminen hacia Ti. Llénalos de tu paz y verdad. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 5: Por los hermanos separados de la Iglesia
“Hoy tráeme a las almas de los hermanos separados de mi Iglesia y sumérgelos en el mar de mi misericordia. En mi amarga Pasión desgarraron mi Cuerpo y mi Corazón, es decir, mi Iglesia. Cuando regresen a la unidad, mis heridas cicatrizarán.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, que eres la bondad misma, no rechaces a los que buscan la unidad contigo. Conduce de nuevo a la Iglesia a tus ovejas extraviadas y haz que todos formemos un solo rebaño bajo un solo Pastor. Derrama sobre ellos el espíritu de verdad y caridad.
Padre Eterno:
Mira con ojos misericordiosos a las almas de nuestros hermanos separados, especialmente a aquellos que te aman sinceramente. Une nuestros corazones por los méritos de la Pasión de tu Hijo, para que desaparezcan las divisiones y seamos uno en la fe. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 6: Por las almas mansas y humildes, y por los niños
“Hoy tráeme a las almas mansas, humildes y a los niños pequeños, y sumérgelos en mi misericordia. Estas almas se parecen más a mi Corazón. Ellas me fortalecieron en mi amarga agonía; las veía como ángeles terrenales.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, que dijiste: “Aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón”, acoge en tu Corazón lleno de misericordia a las almas pequeñas, puras y humildes. Que irradien tu luz y tu amor en el mundo, y vivan siempre bajo tu protección especial.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada llena de amor hacia las almas de los humildes y pequeños, que son la alegría del Corazón de tu Hijo. Por los méritos de la Pasión de Jesús, bendícelas y protégelas siempre. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 7: Por las almas que veneran y glorifican la Misericordia de Dios
“Hoy tráeme a las almas que veneran y glorifican especialmente mi misericordia, y sumérgelas en mi misericordia. Ellas son las que más lamentaron mi Pasión y penetraron más profundamente en mi espíritu.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, cuyo Corazón rebosa de amor, recibe en él a las almas que te alaban y glorifican. Fortalécelas en las pruebas, llénalas con tu luz, y une estas almas íntimamente a Ti para que reflejen tu misericordia al mundo entero.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada hacia las almas que glorifican tu misericordia, y rodéalas con tu protección constante. Concédeles tu gracia para que nunca pierdan la confianza y siempre esperen con alegría tus promesas. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 8: Por las almas del purgatorio
“Hoy tráeme a las almas que están en el purgatorio y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Que los torrentes de mi sangre alivien su ardor. Todas estas almas son muy amadas por Mí.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, que dijiste que deseas la misericordia, lleva al descanso eterno a las almas del purgatorio. Mira con compasión sus sufrimientos y, por los méritos de tu Pasión, líbralas de sus penas para que puedan glorificar tu infinita misericordia eternamente.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada misericordiosa hacia las almas que sufren en el purgatorio y, por los méritos de la Pasión de tu Hijo y de todos los santos, concédeles el descanso eterno y la paz en tu Reino. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.
Día 9: Por las almas tibias
“Hoy tráeme a las almas tibias y sumérgelas en el abismo de mi misericordia. Estas almas son las que más dolorosamente hieren mi Corazón. Fue por ellas que pronuncié las palabras: Padre, aparta de mí este cáliz, si es tu voluntad.”
Oración:
Misericordiosísimo Jesús, fuego del amor divino, atrae hacia Ti a las almas tibias. Infunde en ellas tu ardor para que se conviertan en llamas vivas de fe y amor. No permitas que permanezcan en su indiferencia y rescátalas por tu infinita misericordia.
Padre Eterno:
Dirige tu mirada hacia las almas tibias y derrama sobre ellas el fuego del Espíritu Santo. Por los méritos de la Pasión de tu Hijo, avívalas y llénalas de celo por tu gloria. Amén.
Ahora se reza la Coronilla de la Divina Misericordia.